¿Una ley para todos?

¿Una ley para todos?

Dentro del sector de los medianos y pequeños emprendedores del sector 420 se encendió una luz de alarma: la reglamentación del cannabis y sus derivados por parte del ANMAT aparenta estar hecha a medida de los grandes jugadores del sector. ¿Y la ley para todos y todas?

Desde hace unos días, el ANMAT lanzó un llamado para la reglamentación de los procedimientos a aplicarse en la fabricación, importación, exportación, comercialización, monitoreo, inspección y dispensación de productos industrializados que contienen derivados de plantas de Cannabis. 

Muchos actores que representan en gran medida el pensamiento de cantidad de pequeños y medianos productores (cultivadores, fabricantes de productos cosméticos, integrantes de la cadena de fitopreparados, ingenieros, etc.) reconocen que así como está la norma apunta a facilitarle el camino a los grandes laboratorios dejando afuera al resto.  Todavía están abiertas las posibilidades de lograr la ley que el sector necesita pero...

Del dicho al hecho….

Desde los orígenes de la ley que ya fue aprobada por ambas cámaras legislativas y espera su reglamentación se anunció que el espíritu de la misma era la igualdad de oportunidad para todos los actores, más allá de su dimensión. De hecho, prevé la creación de la agencia estatal ARICAMME (todavía pendiente) para regular posibles arbitrariedades y administrar de manera justa y equitativa la entrega de licencias. 

Según lo interpretado en la reglamentación propuesta por el ANMAT, la idea es ir en el sentido totalmente opuesto al sentido de la norma y sobre todo a lo expresado por el ex Ministro de Desarrollo Productivo Matías Kulfas sobre la posibilidad de que la ley genere divisas, la re distribuya en la sociedad, reconozca a los actores que desde hace años vienen trabajando y militando y que genere decenas de miles de empleos. 


Otro aspecto preocupante por lo contradictorio son las atribuciones que el ANMAT se adjudica cuando la recientemente sancionada ley, establece que muchas de esas funciones las realizará la ARICAME. Conjeturas sostienen que al ser este punto, la creación de la agencia, uno de los temas más controvertidos al ser aprobada la ley en Diputados, el gobierno estaría “esquivando” la creación de la misma y a sus posibles críticas. Pero en este caso, se estaría violando o saltando el respeto de la ley…

Y desde el lado más práctico ¿son atribuciones de la ANMAT reglamentar sobre la fabricación, importación, exportación, comercialización, monitoreo, inspección y venta de los productos? ¿Es la entidad más capacitada en estos temas?

Desde muchos sectores del gobierno insisten, con justa razón, en que como país debemos dar un salto cualitativo en nuestra forma de concebirnos como nación. Abandonar nuestro histórico rol de proveedor de materias primas para pasar a sumarles valor agregado a las mismas, con la consiguiente generación de empleos, creación de nuevas industrias e ir en sintonía con los países que desean crecer y desarrollarse de una manera más equitativa. Este proyecto de reglamentación lo que hace es darle más potestad y poder a los Big Farma (grandes laboratorios) y relegar a los pequeños y medianos emprendimientos, cooperativas y asociaciones a ser sólo proveedores de materia base. 

La recientemente sancionada ley puede ser un paso hacia esa tan necesaria transformación que nuestro país necesita o, ser más de lo mismo: una norma que repita la frase tantas veces escuchada: para que a los pequeños y medianos crezcan y progresen primero les tiene que ir bien a los grandes. La copa que derrama. Una profecía tantas veces escuchada pero nunca cumplida. 

Lo que el sector 420 precisa es una ley que promueva el trabajo, la industria nacional en todas las etapas productivas, que priorice la generación de valor mediante la elaboración de productos innovadores y multiplicadores de los beneficios que esta oportunidad le brinda al país. 

Como vemos todavía quedan muchas causas por militar y trabajar para que todos los pasos y avances logrados junto al Estado, no hayan sido en vano. 

 

Fuente: Juan Sorrentino para Hierba Site 

https://hierba.site/

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