La propuesta para regular el cannabis que presentó el partido independentista catalán Esquerra Republicana de Cataluña, con el objetivo de reducir su consumo, aumentar su control y acabar con las mafias fue rechazada a fin de febrero en el Congreso.

El organismo español ya rechazó hace año y medio una iniciativa similar pero dio un primer paso para legalizar el uso medicinal para determinadas enfermedades como el cáncer, con receta médica y de venta solo en farmacias, aunque su regulación aún no se han puesto en marcha.

En esta oportunidad, el partido socialista PSOE, que integra en España el Gobierno de coalición con la formación de izquierda Unidas Podemos, fue uno de los que votó en contra, junto con parte de la oposición de derechas.

Por su parte, los socialistas diferenciaron el cannabis de uso medicinal del recreativo y argumentaron que solo el 33 por ciento de la población española está a favor de una regulación integral, frente al 73 por ciento que está por endurecer las penas.

Javier, un argentino que vive en Barcelona, le contó a Marimba cómo es ahí el vínculo con la marihuana: “acá es legal tener hasta dos plantas e ir a las asociaciones, que son similares a los clubes cannábicos.  Todos los productos con CBD se comercializan y están permitidos. Lo que no se puede es fumar en la calle  y la policía se pone pesada sólo si ven movimientos que puedan alterar el orden público. De hecho yo fumo porro en la calle y nunca tuve ningún problema. Siempre es mejor evitar los “botellones” o juntadas porque ahí si la policía para a todos y hacen multas muy costosas. Con respecto a la sociedad en general Javier destaca dos cosas: que no hay una mirada de prejuicio o escándalo frente al que fuma y que el “95 por ciento de las personas  fuma armado y todo el tiempo se ve gente armando en la calle y como en Cataluña se usa fumar la maría mezclada con tabaco es muy difícil distinguir qué se está fumando”.

La legislación sobre el cannabis en España varía según las regiones, pero de forma general su cultivo está autorizado principalmente para uso industrial y en determinadas condiciones, su tenencia solo es legal para consumo personal y en pequeñas cantidades, pero no en espacios públicos, y está penado el tráfico de esta sustancia con multas y cárcel.

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Así es la propuesta de ERC para regular el cannabis en España (canamo.net)

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