Con investigación práctica, líneas de trabajo claras y el objetivo de generar conocimiento y difundirlo existe desde 2019 FAUBA G.E.T CANNABIS, un grupo de estudio y trabajo de la Facultad de Agronomía de la Universidad de Buenos Aires. Tiene más de 150 miembros, todos alumnos, egresados o docentes, es interdisciplinario y  atraviesa distintas carreras.

Eric Turiansky, que forma parte del grupo desde el comienzo, habló con Marimba y contó cómo fueron los inicios: “El motor impulsor fuimos un grupo de seis estudiantes de Producción Vegetal Orgánica que fuera del ámbito universitario hablábamos de cannabis e intercambiamos semillas. En 2019 nos dimos cuenta que podía transformarse en algo más y salimos a buscar institucionalidad. Fuimos a la cátedra libre de soberanía alimentaria, nos escucharon y un docente de sanidad vegetal nos hizo una reunión con Daniel”.

Daniel Sorlino es el docente de FAUBA que por el 2011 propició la creación de los grupos de estudio y trabajo para que las cátedras y carreras que trabajan temáticas comunes puedan intercambiar conocimientos dentro de un mismo espacio. Además, los estudiantes conocían que el jefe de trabajos prácticos de Cultivos Industriales había intentado entrar al país semillas de cáñamo para ensayos y no lo había conseguido. “Era el docente que mejor recepción podía tener y de la reunión con él salimos con el compromiso de armar el grupo, juntamos firmas (los G.E.T tienen que ser aprobados por el consejo directivo de la facultad) y en agosto de 2020 en plena pandemia aún nos aprobaron oficialmente”.

El encierro preparó el terreno para que el grupo empezara a trabajar de modo virtual en lo que se denomina un  “estado del arte”, ponerse al día sobre lo que se sabe hasta el momento de determinado tema, en este caso cannabis. Desde ese momento organizan seminarios, talleres y distintos tipos de actividades, todas con el mismo norte: aprender una, enseñar una y “ser un punto de referencia  en cuanto a cuestiones agronómicas se refiere, buscamos generar información que dé certezas sobre fechas de siembras, manejos fitosanitariosy eso se logra en el trabajo de campo porque sin plantas no hay estudios posibles”, define Turiansky.

“A  fin de 2021 empezamos a trabajar en territorio, había información de calidad científica a disposición pero hasta que no lo pones en práctica no podes chequear la validez” asegura Eric.  Actualmente existen tres líneas de trabajo en G.E.T CANNABIS, algunas con ensayos prácticos y otras en etapa de trámites  y permisos:

1. Proyecto de fitomejoramiento: “es un trabajo de laboratorio y de campo que tiene como objetivo poder registrar semillas o clones de genotipos con alto CBD y lograr que quede una semilla como herramienta terapéutica que sea accesible al público”.
2. Creación de un banco de germoplasma, en articulación con inase, para preservar  a lo largo del tiempo distintas variedades de cannabis. “Hay plantas que no son ni las más ricas, ni las más productoras pero resultan las más resistente, por ejemplo, y  ese gen que la hace la más resistente es muy importante guardarlo porque me permite mejorar otra planta”, explica Eric.
3. Cáñamo industrial. “No se cultiva en nuestro país desde mediados de los 70 entonces la propuesta es armar una red de ensayos agronómicos para ver cómo se comportan las semillas en distintos suelos, distintos climas y que cada región pueda ver que es mejor sembrar ahí”.

Respecto del panorama actual,  Eric aseguró que el grupo está expectante con la próxima reglamentación de la ley: “es fundamental que siente las bases de una trasformación social con la fuerza suficiente para que quien necesite cannabis pueda acceder”.

By , Marimba Web